aceptar tu vulnerabilidad

Aceptar tu vulnerabilidad

Vulnerable no el sinónimo de inseguro: es el antónimo. 

Una vez interiorices esta verdad, jugarás más agresivo y conseguirás más cosas en menos tiempo.

Reformula tu relación con los nervios. Los nervios son energía acumulada. Puedes pensar que estás nervioso porque algo saldrá mal o puedes pensar que estás nervioso porque algo saldrá bien. Utiliza esa energía para ir hacia adelante (acción) y no para ir hacia atrás (parálisis).

Si metes la cabeza en el caparazón y te proteges, nunca desarrollarás tu personalidad. 

Tienes tu verdadero yo reprimido por tanto condicionamiento, por el miedo al qué dirán y porque te dijeron que lo más importante en la vida era quedar bien.

Esta no es una invitación a la algarabía, pero sí a un llamado de atención: desinhíbete.

Por eso eres tan de pinga con un par de traguitos encima. 

La idea, no obstante, es que vayas hacia arriba (expansión de los sentidos) y no hacia abajo (pérdida de los sentidos). La idea es que no la embarres a partir del tercero.

Puedes estar happy o prendido en el día a día si poco a poco comienzas a actuar en la dirección contraria a la que te indica el miedo. Si él te dice a la izquierda, tú vas a la derecha. 

Deja que la realidad te demuestre que estabas equivocado.

La vulnerabilidad es atractiva.

No intentes ser perfecto.

Comparte este artículo

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *