Razonar por primeros principios

Razonar por primeros principios [Pensar como Elon Musk]

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¿Qué se necesita para formar un criterio propio?

La vida es una constante toma de decisiones, ¿no es así?

Ahora, cuando esas decisiones son difíciles, normalmente hacemos dos cosas:

1.- Le damos vueltas a la cabeza (antes de dormir, al bañarnos, mientras desayunamos).

2.- Pedimos consejos a nuestro entorno (familiares, amigos, pareja, colegas).

No obstante, para evitar dolores de cabeza y preocupaciones, resulta importante leer a los grande y razonar desde primeros principios.

¿Por qué vas a la universidad para graduarte de una carrera que nunca ejercerás?

¿Por qué sientes presión de casarte antes de X edad?

¿Por qué te importa tanto lo que piensen los demás sobre ti?

Porque no has aprendido a razonar desde primeros principios.

Nuestra toma de decisiones depende de la percepción que tengamos nosotros o nuestro entorno sobre el resultado que obtendremos luego de realizar determinada acción.

Por ejemplo, muchos vamos a la universidad porque nuestros padres creen que la siguiente fórmula es correcta:

Título = Prestigio/Estatus = Puesto de trabajo importante = Dinero para mantenerse = Buena vida.

La realidad del 2020 puede que diga algo diferente, pero es muy probable que no lo hayas notado porque tus padres aconsejan la fórmula, tus amigos siguen la fórmula y la sociedad vende la fórmula. Razonar por primeros principios es, precisamente, cuestionarte la fórmula.

¿Estudiar durante 5 años un mismo tópico, bajo una estructura caduca, con metodologías anticuadas, dentro de horarios rígidos, es la mejor decisión? Puede que no. El sexo es otro gran ejemplo:

Muchísima gente alrededor del mundo se sigue sintiendo mal por tener relaciones sexuales (antes o después del matrimonio), porque el hecho de que hacer el amor no tenga ‘nada de malo’ todavía no forma parte de la sabiduría convencional en varios países y culturas.

Y ese es el término clave: «sabiduría convencional». Es normal que actuemos bajo esa serie de ideas y conceptos heredados, porque es ‘lo correcto’, ‘lo que está bien’.

Está bien ir a la universidad. Es lo correcto tener relaciones después del matrimonio.

Está bien ir a reuniones que no quieres ir, porque ‘hay que cumplir’. Es lo correcto trabajar de 9 a 5, porque así lo hace todo el mundo. Es normal pasar roncha al emigrar, porque así son los cuentos de todos.

Razonar por primeros principios te permite diseñar una vida desde cero. Sin prejuicios, sin manuales preconcebidos. No lo que diga la Iglesia, no lo que digan tus padres, no lo que digan tus amigos, sino lo que evalúes tú luego de estudiar un tema a profundidad.

Por eso a Elon le dijeron que estaba loco cuando afirmó que iba a fundar una compañía de cohetes. La «sabiduría convencional» sostenía que él no tenía las credenciales y se rio cuando el tipo declaró que llegaría a Marte.

Lo cierto es que a él no le importan tus carcajadas, porque él está razonando desde primeros principios. Buscó los libros adecuados, estudió el tema a profundidad, y se dio cuenta de que era posible llegar a ese planeta.

El escarnio público es el precio que deben pagar los innovadores, y es quizás el precio que debas pagar tú si decides razonar desde primeros principios e ir contracorriente.

Lo ideal, cuando quieras aprender más a fondo sobre algún tema o situación, es que busques a los maestros especializados en el área. Una vez que estudies a un puñado de ellos, y tomes lo mejor de cada uno, divórciate de todos y razona por tu cuenta.

Pensar como un genio

Todos podemos ser genios, porque la genialidad no es un tema de hardware (con qué cerebro naciste), sino de software (qué programas le descargas a tu cerebro).

Todas esas personas exitosísimas que vemos por allí no son más que tú o que yo. Simplemente tienen mejores hábitos.

Se descargaron buenos programas a su CPU, empezaron a razonar por su cuenta y salieron de la matrix de la sociedad.

Normalmente, lo aceptado y aupado socialmente es dañino y contraproducente.

Leer (descargar programas a tu cerebro) te permite salir de la caverna y ver cómo sufriste innecesariamente a lo largo de tu vida.

Tu cerebro es una computadora. Tus padres y la sociedad le instalaron ciertos programas. La vida se trata de que hagas consciente cuáles son esos programas, desinstales los que no te gusten y descargues aquellos que te interesen. Freedom.

Salir de la Matrix

Lo más lindo de haber leído tanto estos últimos años ha sido darme cuenta de mil y un cosas, reírme de mis estupideces pasadas y ver con otros ojos el sufrimiento de antaño.

Ha sido hermoso confirmar en el día a día lo que varios autores me indicaron.

Y ha sido verdaderamente liberador salirse de la Matrix y empezar a configurar un estilo de vida propio y no impuesto.

El camino comienza con cuestionarte todo y con hacer el ejercicio de resetear tu cerebro para aprender desde cero.

Te darás cuenta de que muchas de las creencias que rigen tu vida son absurdas, pero tú las sigues sin pensar, porque tus amigos, tus familiares y las instituciones en las que confías te dicen que así es cómo deberías conducir tu existencia.

La sabiduría convencional suele estar equivocada.

Cuando te digan “la experiencia pesa”, pregunta:

“¿La experiencia de quién? ¿En qué contexto? ¿Qué ha hecho esa persona?”.

Audita las referencias y voces que metes en tu cabeza.

Y recuerda:

Adquirir conocimientos no se trata de memorizar datos, sino de aprender a pensar mejor.

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